Durmiendo en tu ombligo... Vanesa Martin y el Arrebato

Thursday, September 27, 2007

La misma historia...


Me pregunto cuando se fueron las ganas de escribir, no porque yo sea buena escribiendo o algo por el estilo, si no porque realmente me gustaba hacerlo, era sacar esos sentimientos buenos o malos que estaban dentro de mi... ahora simplemente me siento seca, vacia, como si todas las palabras se hubiesen esfumado...

Para que escribir de lo que tantas veces he escrito, para que decir que sigo amando sin ser correspondida.. que a veces siento que ya no puedo más... que sigo aferrada a una mujer que ama a su pareja... que intento acortar la distancia que nos separa inventando un sueño imposible... que su voz a pesar de tanto tiempo me sigue extremeciendo... que un te quiero de ella me tumba las intenciones de huir... sigo estupidamente enamorada aún desde lejos... cuantas veces le he dicho que ya no me verá más a sus pies, que no seguire buscandola, pero aqui sigo, amandola, deseandola, anhelandola... ya casi es año y medio, viviendo y muriendo al mismo tiempo, sabiendo que entre más pasa el tiempo son menos las posibilidades de tenerla a mi lado, porque ella cada vez se aferra más a su amor, porque la veo anclarse más a su vida lejos de mi...

Donde quedaron esos sueños de una vida en pareja? a veces por las noches cuado la fria cama me toma en sus brazos, sueño con su cuerpo junto al mio, sueño con sus besos, con sus caricias, con su voz diciendome lo que alguna vez pronuncio y jamas lo volvio hacer... Te amo... jajajaja me rio de mi estupidez, de los castillos que construi y que ahora trato de destruir, me rio de mi insensatez de querer ser feliz a su lado, si ella nunca me ha amado...

La misma historia sigue... y yo sigo aqui...

4 comments:

Celeste said...

Sabes para qué?

Para seguir amando, mi querida Gabrielle. Por que el amor es desde adentro y desde nosotras y aquí vive... Que lo ideal sería que ella lo recibiera, lo aceptara y lo correspondiera? Pues sí, sería maravilloso... Pero no es y aún así, amamos. Porque no amamos por el amor que ellas sientan sino porque nosotras lo sentimos. Porque no amamos su beso, sino su boca. Porque no amamos sus caricias sino sus manos, porque no amamos sus palabras sino su alma. Porque amamos allí donde está y haciendo lo que hace. Y aunque deseemos y no se nos cumpla, amamos porque no amamos la satisfacción que pueda proveernos, sino la fuente misma que hace manar ese deseo en nosotras.

Y amaremos hasta que el amor decida mudarse a otro cuerpo, a otra alma y nos abandone y ese mismo día, cuando cierre la puerta tras el adiós, no sabremos si la puerta se cerró porque salió alguien o porque alguien entró.

La historia seguirá infinitamente porque algunas queremos para siempre y constantemente estamos amando. Lo único que cambia es la persona objeto de nuestros sentimientos.

Vamos! Sonríe! Aunque duela, somos afortunadas!

Te invito, ven...

Beso celeste que ama como tú y tampoco es amado de vuelta.

Celeste said...

Vine a besarte...

Celeste.

Gabrielle said...

Y yo aquí estoy....ejejej

Gracias Celeste, en verdad me hiciste sonreir y mucho....

Te beso...

Anonymous said...

Guao!, fíjate que pensaba decirte tantas cosas sobre cómo y por qué, que cuando leí el post de celeste ya me quedé muda!! mudita que me dejó!! No hay nada más que añadir a tan ciertas palabras!! Sintámonos afortunadas porque hemos podido tocar las almas de nuestros amores...